Ambas piezas están inspiradas en la montaña. Mientras que este último toma su nombre del taburete de ordeño utilizado por los pastores alpinos, el primero está inspirado en la localidad francesa muy querida por la diseñadora y arquitecta Charlotte Perriand. Estos complementos de decoración destacan por la honestidad de sus formas sencillas y por la expresión concreta de sus materiales y función.
El asiento girado se encuentra con las patas estilizadas tanto en el Tabouret Berger, una versión inferior con tres patas de madera maciza torneada a mano, como en el Tabouret Méribel más alto, que tiene tres patas angulares.
Producidas por Cassina gracias a un minucioso trabajo artesanal que respeta la autenticidad del diseño original, estas pequeñas obras maestras se pueden utilizar solas o en composiciones creativas.