Con la silla Ombra Tokyo, Charlotte Perriand ideó una pieza icónica con un gran atractivo visual y un refinamiento exquisito, evocada a partir de una sola hoja de madera contrachapada de roble, cortada, doblada y curvada para evocar la tradición japonesa del origami.
Esta silla se mostró por primera vez en 1953, siendo su asiento delgado una novedad absoluta. Apilable, ligera y funcional, la silla Ombra Tokyo es la síntesis perfecta de gesto, forma y tecnología, que expresa a la perfección el espíritu de diseño de Perriand. Las técnicas de construcción aplicadas por Cassina dan forma al material respetando plenamente el diseño original y su personalidad atemporal.