En 1971, Dino Gavino lanzó lo que llamó "l’opera d’arte funzionale", o obras de arte funcionales, inaugurando así un nuevo enfoque de decoración en el que los objetos surrealistas se adaptaban para el uso diario.
Esto llevó a la creación de la colección Ultramobile. Estas piezas, que iban más allá del (ultra) mobiliario (móvil) enganchaban a la imaginación, complementando la inteligencia racional con un sentido de asombro, donde la geometría interactuaba con la fantasía.
Una de estas piezas fue la mesa baja que la artista suiza Meret Oppenheim diseñó en 1929 para la galería de vanguardia de Leo Castelli, denominándola “Bird Leg Table”, por razones bastante obvias.
Esto llevó a la creación de la colección Ultramobile. Estas piezas, que iban más allá del (ultra) mobiliario (móvil) enganchaban a la imaginación, complementando la inteligencia racional con un sentido de asombro, donde la geometría interactuaba con la fantasía.
Una de estas piezas fue la mesa baja que la artista suiza Meret Oppenheim diseñó en 1929 para la galería de vanguardia de Leo Castelli, denominándola “Bird Leg Table”, por razones bastante obvias.