Apodado Cicognino, o "pequeña cigüeña", este diseño icónico, es limpio y refinado, ingenioso pero tranquilizadoramente familiar. Franco Albini diseñó esta mesa reduciendo el marco a lo esencial: las tres delgadas patas, un tablero de 40 cm de diámetro y un borde de madera que recuerda a una bandeja.
Una de las tres patas se extiende más alta que las otras, terminando como un asa que se puede utilizar para mover la mesa. Mientras tanto, el tablero de la mesa sirve como enlace entre las otras partes, aumentando la sensación general de equilibrio y estabilidad.
La atención al detalle y la forma inusual hacen de esta pieza una pieza muy expresiva con un estilo logrado que se adapta bien a cualquier contexto.
Una de las tres patas se extiende más alta que las otras, terminando como un asa que se puede utilizar para mover la mesa. Mientras tanto, el tablero de la mesa sirve como enlace entre las otras partes, aumentando la sensación general de equilibrio y estabilidad.
La atención al detalle y la forma inusual hacen de esta pieza una pieza muy expresiva con un estilo logrado que se adapta bien a cualquier contexto.
