La lámpara Pisco está hecha de acetato de celulosa italiano, un producto extraordinario obtenido a partir de madera y pulpa de algodón. La elaboración manual del acetato garantiza que no haya dos piezas iguales y que las combinaciones de color sean imposibles de reproducir con otro material.
Optaron por una pantalla cónica: “el cono es el arquetipo de lámpara, una forma esencial y lógica que nunca pasará de moda”. Además, esta geometría permite que, como las monturas de las gafas, las pantallas se moldeen con calor a partir de formas planas. El proceso, realizado artesanalmente en Barcelona, concluye con un pulido que consigue en el acetato un brillo y transparencia espectaculares.