Kandinsky se inspira en las pinturas abstractas circulares del artista del mismo nombre, creadas durante su estancia en la escuela Bauhaus en la década de 1920. Una esfera y una lanza protagonizan la composición de la lámpara, atravesándose mutuamente en el aire. El delicado equilibrio de los dos elementos evoca una dramática sensación de ingravidez y precisión, pero también de fragilidad.
La fuente de luz, hecha a medida, se moldea y encaja a la perfección como parte de la esfera de cristal. Emitiendo su resplandor desde el centro del cristal ahumado soplado a mano, la lámpara es regulable para ambientar un espacio. Kandinsky está disponible en dos tamaños, con una esfera de cristal de 30 ó 45 cm de ancho.
La fuente de luz, hecha a medida, se moldea y encaja a la perfección como parte de la esfera de cristal. Emitiendo su resplandor desde el centro del cristal ahumado soplado a mano, la lámpara es regulable para ambientar un espacio. Kandinsky está disponible en dos tamaños, con una esfera de cristal de 30 ó 45 cm de ancho.