La historia de la Dipping Light solo ha hecho que empezar. Marset no ha querido conformarse con solo las dos medidas de sobremesa que ha tenido hasta ahora: su lámpara más poética amplía sus usos y se ofrece como portátil autónoma, suspensión, aplique y con un nuevo tamaño de sobremesa –ø20 cm– a caballo entre la pequeña y la grande. Los colores se mantienen, se amplía la tipología.
La nueva Dipping Light portátil lleva batería a cambio de eliminar el cable, incorpora un interruptor integrado en su base y –como en las demás portátiles de Marset– consta de un dimmer que permite modular la luz en tres intensidades diferentes.
Pequeños pero importantes cambios para conseguir su total movilidad.