Inspirándose en las grandes lámparas de la Mezquita azul de Estambul, Antoni Arola diseñó Cirio en 2010. Hoy la familia ha crecido y se presenta como un sistema que ofrece una casi infinita aplicación de juegos compositivos.
La delicadeza en la fabricación de sus pantallas permite generar un objeto único que recuerda a una vela por su forma, su textura y la calidez de su luz. Desde las originarias pantallas de porcelana hechas a mano en Sargadelos (Galicia, España) que permiten tamizar la luz e iluminar con la calidez de un cirio, al sutil candor del vidrio opal traslucido o la opaca gentileza del latón que dirige la luz a escena. Cada pantalla intercambiable viste con su personalidad las capsulas de luz LED, dejando la estructura en la penumbra.
La delicadeza en la fabricación de sus pantallas permite generar un objeto único que recuerda a una vela por su forma, su textura y la calidez de su luz. Desde las originarias pantallas de porcelana hechas a mano en Sargadelos (Galicia, España) que permiten tamizar la luz e iluminar con la calidez de un cirio, al sutil candor del vidrio opal traslucido o la opaca gentileza del latón que dirige la luz a escena. Cada pantalla intercambiable viste con su personalidad las capsulas de luz LED, dejando la estructura en la penumbra.