Además de dedicarse a proyectos de diseño industrial, Ronan Bouroullec también es un artista que traza dibujos intrincados, en los que repite a mano secuencias intuitivas de líneas con un pincel de punta de fieltro de caligrafía japonesa. Los contornos de Courier se pueden interpretar como una expresión de esta inquietud artística, pero también evidencian el talento de Bouroullec para la forma y la composición, así como su pericia técnica, la mesa combina a la perfección dos materiales de alta calidad, la madera y el aluminio, para crear un todo distintivo pero discreto.
Así pues, Courier se suma a Home Desk de George Nelson, Compas Direction de Jean Prouvé y EDU de Charles y Ray Eames haciendo más largo este ilustre listado de objetos estéticamente atractivos que son a la vez mesa y escultura.
Vista desde el lateral, la silueta de la mesa recuerda al diseño de una letra con remates de ahí el nombre Courier, que es uno de los tipos de letra con remates más conocidos.