Como una pieza de arquitectura extraviada, la consola Bow establece un paralelismo con los antiguos acueductos del Imperio Romano y la geometría arquitectónica clásica. La repetición de los arcos crea una silueta hermosa y elegante, aunque un tanto encajonada, y las largas patas la hacen parecer estrecha y ligera, aunque su carácter sea todo menos insignificante. La mesa está fundida en hormigón de fibra ligera para crear una superficie de textura única y aumentar la movilidad. Está pintada a mano con múltiples capas de pintura, creando una superficie fuerte y resistente.
Material:
- Fibra de hormigón.