Federico Correa y Alfonso Milá proyectaron con excelencia como arquitectos, interioristas y diseñadores industriales.
La racionalidad constituyó su principal rasgo de diseño, teniendo siempre presente la satisfacción de los usuarios. "Trabajamos con las mismas prioridades que establecemos en los proyectos arquitectónicos: racionalizando".
Su obra se inspira en las enseñanzas sobre el Movimiento Moderno de Josep Maria Jujol, Francesc Ràfols y José Antonio Coderch, con quienes colaboraron durante varios años como aprendices, y en la arquitectura del norte de Italia.
El estilo Correa-Milá se distinguió por su peculiar forma de intervención ya desde sus inicios.