Si bien los muebles constituyen indudablemente los elementos centrales de una decoración, esta sólo se convierte en un collage envuelto en una atmósfera densa y dinámica cuando se le incluyen los aspectos decorativos y personales.
Las telas, los colores, la luz, los objetos y los accesorios generan impresiones sensoriales, con los que pueden diseñarse o adaptarse espacios, según el cambio en los estados de ánimo y las necesidades. Los motivos tomados de la naturaleza han tenido aquí un papel destacado desde las decoraciones más antiguas que se conocen. Estos motivos también están presentes en la obra de Ronan y Erwan Bouroullec. L'Oiseau fresado en madera de arce y lijado con suavidad, recuerda la claridad de los objetos de madera del arte popular nórdico.