Silla arquetípica como pocas, Emea requiere todo el saber hacer de los trabajadores en cuanto a mecanizado, montaje y precisión. Se trataba de responder a la noción, a la idea de «madera maciza». Es por ello que las piezas que la conforman están como esculpidas en un bloque de madera.
Material:
- Estructura en roble macizo en varios acabados.
- Asiento en contrachapado de haya con chapa de roble (2 caras).
- Deslizadores de fieltro.